El futuro con el que sueña Mark Zukerberg es
virtual. El fundador de Facebook subió ayer al escenario del centro de
convenciones McEnery de San Jose para revelar los planes que la compañía tiene
para Oculus, la división de realidad virtual adquirida en marzo de 2014, y como encajan estos dentro de la
estrategia global de
la compañía.
Facebook está
trabajando en entornos virtuales basados en imágenes en
360 grados en los que será posible interactuar con otras personas,
jugar a juegos con sus avatares, expresar emociones e incluso responder a video
llamadas o mensajes. Una evolución de la plataforma Facebook, en definitiva, en
el que el muro dará el salto a las tres dimensiones.
Tres aplicaciones
(Avatars, Rooms y Parties)
serán las que permitirán a los usuarios de cascos de realidad virtual
compatibles crear sus personalidades e interactuar con amigos en estos mundos
sintéticos.
Las ambiciones de
Facebook, sin embargo, podrían verse truncadas debido a la fría recepción que han
tenido los primeros sistemas de realidad virtual, que requieren
de potentes PC para crear las simulaciones. Las ventas de estos sistemas se han
enfriado en los últimos meses y el número de aplicaciones y juegos creados para
estos cascos es, de momento, escaso.
Facebook espera
cambiar esta tendencia rebajando los requerimientos mínimos que se exigirán a
los PC que quieran sacar partido del casco Oculus Rift. Según Facebook, el precio de
un PC compatible se ha rebajado casi a la mitad desde el
lanzamiento de las primeras unidades.
También pondrá en
el mercado, el próximo año, un casco menos potente pero completamente
inalámbrico, que no necesitará estar conectado a un ordenador y que será más
barato que el sistema actual.
El próximo 6 de
diciembre, Oculus lanzará también los mandos de control Touch, los primeros que
permitirán a los usuarios ver sus manos y manipular
objetos en los mundos virtuales.
Una ausencia
notable durante la conferencia ha sido la del fundador de Oculus,Palmer Luckey.
El nombre de Luckey ha sido vinculado en las últimas semanas con una plataforma
encargada de crear y circular "memes" insultantes contra Hillary Clinton y a
favor del candidato republicano Donald Trump. Según la
publicaciónThe Daily Beast,
Luckey, cuya fortuna roza los mil millones de dólares, es uno de los mayores
donantes de Nimble America,
una asociación no gubernamental que ha jugado un polémico papel durante la
campaña electoral norteamericana.
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